Misa de Aniversario: 88 años
La eucaristía fue oficiada por nuestro capellán, padre Gonzalo Gómez, quien invitó a los presentes a valorar y reconocer el esfuerzo de tantas personas que han formado parte de nuestra historia: la comunidad religiosa de los padres y religiosas de Maryknoll, quienes dejaron un testimonio de entrega, amor a Dios y a los niños; profesores que con cariño entregaron años de su vida; a apoderados que han confiado en el colegio y han colaborado siempre por su engrandecimiento; y a los auxiliares y asistentes de la educación que se han entregado generosamente.
"Pero sobre todo es necesario reconocer la presencia de los alumnos que dan vida a esta institución no solo con su presencia, sino también con sus sueños, anhelos sufrimientos y alegrías que experimentan y comparten en este colegio, a medida que van forjando su personalidad y una historia en común con sus compañeros y el resto de la comunidad. Tantos profesionales de la provincia y del país vivieron su niñez y juventud en este colegio, donde aprendieron a desarrollar sus talentos y a entregarse a otros, eso agradecemos hoy ante el altar, traemos la vida de cada uno de esos jóvenes y agradecemos al Señor", dijo el padre Gonzalo.
También invitó a poner en las manos del Señor los desafíos que se nos presentan como comunidad, de seguir trabajando unidos y porque sigamos una familia donde reina la solidaridad, el amor al prójimo y respeto. "Pidámosle al Señor que nos ayude a seguir construyendo un colegio católico con profundo sentido de familia y con los valores que nos caracterizan como comunidad", recalcó.
Al final de la eucaristía, y como ya es una tradición de solidaridad, cada curso hizo entrega ante el altar de enseres que recopilaron ara ir en ayuda de familias y estudiantes necesitados tanto de nuestra comunidad como de otros sectores que pasan por momentos difíciles.