MARTES SANTO, DÍA DE PREPARACIÓN
Queridos hermanos:
Estamos en
el segundo día de la Semana Santa. A pesar de que no existe una conmemoración
específica el Martes de Semana Santa es un día de preparación para el Triduo
Pascual, que es el lapso que va del Jueves Santo al Domingo de Pascua en el que
se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Los textos del
evangelio de estos días nos muestran los hechos terribles que llevarán a la
detención y a la condena de Jesús.
Por eso el
día martes se expone cómo fue que, según los relatos del Nuevo Testamento,
Jesús anunció su futura muerte a los discípulos, así como las palabras que le
dirigió a Judas Iscariote por su traición y a Pedro por las negaciones que
cometería.
Que la reflexión del día de hoy nos lleve a valorar el
valor de la lealtad y la amistad sincera, que seamos capaces de ser buenos con
todas las personas que nos rodean y especialmente valorar el acompañamiento que
podemos hacer a otros, especialmente en estos días que hay tanta gente
angustiada o que se siente sola producto de la cuarentena que vivimos. Como
siempre, la invitación es a poner en nuestra oración a todos los miembros de
nuestra comunidad educativa, sus familias y sus necesidades personales.
Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, concédenos participar tan
vivamente en las celebraciones de la pasión del Señor, que alcancemos tu
perdón. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Lectura
Del Evangelio según Juan 13,21-33.36-38
Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior
y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará.» Los
discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba. Uno de sus
discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro
le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando.» Él,
recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿quién es?» Le responde
Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar.» Y, mojando el bocado,
lo toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el
bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto.»
Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía. Como Judas tenía
la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace
falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres. En cuanto tomó Judas el
bocado, salió. Era de noche. Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido
glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha
sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le
glorificará pronto.
«Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros.
Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo
voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros. Simón Pedro le
dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes
seguirme ahora; me seguirás más tarde.» Pedro le dice: «¿Por qué no puedo
seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti.» Le responde Jesús: «¿Que darás tu vida
por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas
negado tres veces.»
Reflexión
El evangelio nos dice que Jesús se conmovió profundamente
y declaró: "Uno de vosotros me traicionará". La traición de Judas
causó un gran dolor en el corazón de Jesús. Mientras más crecía el odio de
Judas más aumentaban los gestos de amor de parte del Maestro. Al final Judas
dejó crecer demasiado el mal que había en él.
Jesús no permanece indiferente ante nuestros pecados. Se
conmueve por la ingratitud de los suyos. Así también podemos entender el gozo
profundo que Él siente cuando hacemos un esfuerzo de arrepentimiento para
retornar a su amor. A la luz de esto entendemos mejor el significado de sus
palabras cuando dice: "Hay más gozo delante de los ángeles de Dios por un
sólo pecador que se arrepiente ..." (Lc 15, 7).
En el evangelio de hoy encontramos por primera vez la
expresión "el discípulo que Jesús amaba", es decir, el nombre con el
que Juan se refiere a sí mismo en su evangelio. Reclinar la cabeza sobre el
pecho de Jesús es un signo del conocimiento íntimo y profundo que Él tenía del
Maestro. Juan vive cerca del corazón de Jesús. Este debe ser también nuestro
hogar. Veamos toda la realidad, las personas, los acontecimientos, no con ojos
humanos, sino con los ojos de Dios.
Para la reflexión personal
- Judas, amigo, se vuelve traidor. Pedro, amigo, se vuelve negador. ¿Y yo?
- Colocándome en la situación de Jesús: ¿cómo se enfrenta a la negación y a la traición, al desprecio y a la exclusión?
- ¿Qué actitudes debo mejorar para ser más cordial y cercano con las demás personas?
Unidos como comunidad educativa nos dirigimos al Señor:
*Rezar un Padre Nuestro y Un Ave María
Oración final
Gracias, Padre mío, por recordarme lo frágil que puede
ser mi voluntad. Quiero ser tu amigo fiel que nunca llegue a desconfiar de tu
misericordia. Permite que mi servicio a los demás sea humilde y generoso, que
no haya nunca un interés egoísta o fines utilitaristas en mis relaciones con
los demás.
+ Que el Señor nos bendiga y nos proteja,
¡El Señor haga resplandecer su rostro sobre nosotros
y nos mire con buenos ojos!
¡El Señor vuelva hacia nosotros su rostro y nos dé la paz!
San Vicente de Paúl,
Ruega por nosotros y por el mundo entero.